Y restos de lágrimas en las mejillas, imborrables, que delatan la agonía de la última matrioska, olvidada, encerrada en los ocho cuerpos que la rodean. Pálida, por no ver la luz en años, condenada a no crecer, pequeña... por siempre. Consigue gritar y ser oída. En el interior de su cuerpo, otra nueva matrioska empieza a crecer. Por fin, sus lágrimas, serán heredadas.
¡Me encanta la idea henry!. Has sabido salir de las personas y meterte en el corazón de esas muñecas que tanto me llamaban la atención de pequeña.
ResponderEliminarBuen intento REC aunque muy lecrimógeno también.
Besos desde mis palabras y apor la siguiente semana!!.
Las matrioskas, unas muñecas, de siempre, muy misteriosas.
EliminarA ver si se me ocurre algo para la semana que entra. De momento todo en blanco, y el tiempo... muy negro.
Besos
Ohhh, me encanta, nunca habría pensado en algo así. Enhorabuena Henry. Biquiños!
ResponderEliminarGracias Mandarica. Espero que nadie piense como yo... porque iríamos apañados. jajaj
EliminarBesos
Agobiante, triste, claustrofóbica... La vida de una muñeca que engendra a otra muñeca, que engendra a otra muñeca, que...
ResponderEliminarMuy buen micro, Henry.
(Cuando leo vuestros no seleccionados, no entiendo el criterio que sigue el jurado).
Un besazoooo
Yo también, por lo mismo que piensas tu, no entiendo los criterios, aunque algo tiene que haber, pues el único relato mio que entró en antena, lo hice en un momento complicado de mi vida en el que volqué, (tal vez más de la cuenta, jajaja) sentimientos que tuvieron que ver los del REC.
Eliminar... A ver si con el próximo toca la flauta otra vez.
Besos
Que final más inesperado Henry, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias por pasar y comentar.
EliminarBesos
Muy original,
ResponderEliminarheredar las lágrimas....
Saludos.
Si... y los sufrimientos...
EliminarBesos