Empezó a pensar en un nuevo teorema al ver la reacción que tuvo la entrega del primero. Fue el chico nuevo quien se encargó de llevárselo. Cuando desenvolvió el papel con el teorema se fue a la esquina de la sala, junto a la planta verde que no necesita agua. Se sentó encogido y empezó a gritar y a darse golpes en la cabeza. Pronto los demás se contagiaron de sus gritos. Entonces los enfermeros empezaron a reducir a todos esos locos. Él se dirigió hacia la salida; recorrió el largo pasillo hasta llegar a ella; se bajó los pantalones y sonrió mientras se chupaba el dedo.
El teorema de la cordura es que la cordura, como tal, no existe. Biquiños Henry!
ResponderEliminarEso me temía yo :(
EliminarBesos
Muy gracioso, Henry. Me gustaría, como te he dicho antes, registros más variados en las elecciones de los jurados, como tus últimos relatos. Aunque tú colaste uno este año en REC que sí era bastante diferente. Un abrazo.
ResponderEliminarSi, sobre todo por esta semana que eran todos muy parecidos. Tendrían que meter más distintos.
EliminarUn saludo
Ufff, menudo final. Vaya chico listo que eres!! Suerte en la próxima.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Es que, como han dicho ya por aquí, la cordura no existe.
EliminarBesos
Buena lógica de deducción, la de él y la tuya.
ResponderEliminarBesos muchos,
tRamos
Gracias Tramos Romero. La lógica siempre falla.
EliminarBesos
Pues a mi me parece todo muy "normal", je je. Leerte es siempre una bocanada de aire fresco, compañero.
ResponderEliminarAbrazos.
Creo que lo único normal es la planta verde que no necesita agua :D
EliminarGracias por el comentario Miguel.
Un saludo
Qué simpático relato, me gusta tu inventiva.
ResponderEliminarSaludos Henry.
Gracias Yashira.
ResponderEliminarBesos